lunes, 25 de noviembre de 2013

Iniciación Tierra-yoni.

Ayer Miranda Gray nos inició a muchísimas mujeres en la bendición Tierra-yoni. La bendición del útero no fue tan potente como lo fue esta iniciación para mí.

Días antes me había grabado a mí misma recitando la meditación. Me dio un poco de lata porque no iba a ser sorpresa como para la bendición del útero, donde nunca le presté mucha atención al audio de la meditación que había para descargar. Pero me equivoqué. No importó que ya la hubiera leído, o que ya me hubiera hecho una imagen mental de la meditación. Fue novedoso y fresco como si no hubiera sabido de aquello antes. Mi sedentaria imaginación corrió una maratón de de detalles, colores, aromas y sensaciones. Hasta me dieron ganas de pintar. Yo, que en mi vida he pintado nada. Hice un dibujo horrible y se me fueron todas las ganas de pintar.

Yo me doy mucha vergüenza. Me doy vergüenza a mí misma y me da vergüenza exponerme a los demás. El día anterior de la iniciación, el sábado, hice un círculo de mujeres en mi casa, con mi mejor amiga y otra chica a quién sólo conocí de vista alguna vez. Me dieron ganas de cancelarlo varias veces en ese día, por vergüenza, simplemente. Pero al momento de cerrar el círculo mi vergüenza se esfumó. No hablaba yo, hablaba la Diosa en mí. No pueden darme vergüenza las palabras de la Diosa. Todas las ridiculeces que hice, leer meditaciones y exponer mi horrible voz pretendiendo sumir a mis amigas en la calma... Nada me dio vergüenza. Ahora me da vergüenza decir todo esto; pero en el momento, no. Igual me pasó con mi grabación en la iniciación. Mi voz me pareció dulce, tranquila, precisa, con la energía correcta, conectada. Espero haberles parecido así a mis amigas en el círculo.

Como dato freak, y como marca de la Diosa, para la iniciación usé música de Snatam Kaur. Después de la iniciación, apareció una foto de Snatam en mi timeline de Facebook. Prácticamente nunca escucho la música de Snatam Kaur, y no creo haber visto jamás una actualización de ella en mi timeline. Ahí estaba la Diosa, diciéndome tan directa e indirectamente a la vez, que estuvo conmigo mientras visitaba su/mi templo.

¡Hace tanto tiempo que no meditaba...! ¡Qué bien que se siente...! Espero no volver a dejarlo por mucho tiempo.

Mañana ya estaré oficialmente iniciada en la bendición Tierra-yoni. Tengo ganas de todo.

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