lunes, 5 de noviembre de 2012

Caldero


El caldero es otra de las herramientas mágicas que más me gustan. Es uno de los objetos con los que más suele representarse a las brujas, sobretodo haciendo pociones y cocinando sopas extrañas.


El caldero no es más que una simple olla, vasija o recipiente para cocinar. Lo mágico que tiene el caldero, y lo que lo hace especial para una bruja, es que dentro de él ocurren transformaciones: entran los ingredientes crudos y se obtiene una sopa o un guiso que se puede comer.

Las brujas vemos en el caldero la representación del cálido útero de la Diosa. Algunos neopaganos lo asocian a la diosa Ceridwen, quien en su caldero mágico preparó una poción que finalmente no resultó como ella esperaba.

El caldero es inmensamente multifacético, ya que en él se puede cocinar, quemar, hervir, enfriar, etc. Según la fiesta en curso el caldero se puede utilizar de muchas formas: con flores, agua, incluso se puede encender fuego dentro de él en Yule, por ejemplo. Aunque para que pueda cumplir con todas estas facetas el caldero debería ser de hierro, la verdad es que puede ser de cualquier material, incluso a veces puede ser reemplazado por un cáliz o copa, ya que representarían al fin y al cabo una vasija donde se retiene líquido, que es su principal fin: representar el útero fértil de la Diosa. Algunas brujas defienden el caldero "tradicional", de hierro y con tres patas representando los tres aspectos de la Diosa; o el nacimiento, la muerte y el renacmiento. Me encantaría tener uno así.

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