viernes, 19 de octubre de 2012

Yule

En Yule se celebra el parto de la Diosa y el nacimiento del Dios. Se celebra el día del solsticio de invierno, 21 de diciembre en el hemisferio norte y 21 de junio en el hemisferio sur, ya que es el día más corto y la noche más larga del año, y desde esta fecha los días comienzan a alargarse y las noches, a acortarse, como si fuera el sol que ha nacido y empieza a crecer regalándonos cada día un poco más de luz. Creo que es bonito hacer un simbolismo con el amanecer del día del solsticio de invierno, ya que no es un amanecer cualquiera, es el Dios naciendo de las entrañas de la Diosa, es el sol que renace de la muerte. La Diosa está adormecida por el agotamiento del embarazo y el parto, por eso la tierra está dormida también. Es tiempo de retomar algo perdido, de mantener la esperanza de que después del término de un ciclo siempre comienza otro, y no es uno nuevo, es la continuación inevitable de todo lo que existe. Existe también la tradición del árbol de Yule, la cual se dice que era una tradición de los nórdicos, quienes creían que el mundo de los vivos, de los dioses y de los muertos era un árbol, y lo representaban en un árbol real adornándolo al nacimiento de su dios sol. También está la tradición del tronco de Yule, pudiendo ser el árbol del Yule anterior, el cual se talla o se pinta con alguna imagen del Dios o del sol y se quema simbolizando el fuego naciente del parto y de la nueva vida que llega al mundo. Algunas religiones ortodoxas tomaron esta fiesta, tanto en su significado como en su fecha y algunas de sus tradiciones.

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