lunes, 22 de octubre de 2012

Ostara

En Ostara se celebra el equinoccio de primavera, 21 de marzo en el hemisferio norte y 21 de septiembre en el hemisferio sur. Es el fin del invierno, comienza el explosivo despertar de la tierra. Tanto la Diosa como el Dios son jóvenes y fuertes, y por donde pasan van dejando su huella de vida y fertilidad. Es la época en que el día y la noche duran más o menos lo mismo, dando paso a los días más largos que las noches. Sintiendo la energía de la tierra, muchos animales se aparean buscando reproducirse. Los huevos de Ostara representan la fertilidad y el renacer, ya que es en esta época cuando las aves vuelven de su emigración y ponen sus huevos, que eran uno de los primeros alimentos frescos que se podían comer luego del crudo invierno. Las personas pintaban los huevos y los regalaban como señal de desear fertilidad y buena siembra. Hoy en día los huevos ya no se pintan, sino que se venden hechos, y la mayoría vienen ya decorados con papeles de colores, y además son de chocolate. El conejo también es un símbolo de fertilidad en Ostara, ya que pueden tener hasta 12 crías varias veces al año. Es época de sembrar, tanto en la tierra como en nuestra vida. Tiempo de sincronizarse con la tierra y confiar en que todo lo que sembremos tendrá finalmente sus frutos. Mantener la mente y el cuerpo fértiles es punto importante de esta fiesta; siembra sueños, ideas, anhelos, metas, y todo florecerá con la energía del renacimiento de la tierra. Las religiones cristianas han tomado esta fiesta como su propia fiesta de resurrección de su dios llamándola "pascua de resurrección" e incluso han tomado las tradiciones de los huevos y el conejo.

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